Herbert es su nombre de pila- es mi jefe ; es también mi mentor, mi defensor y mi mejor amigo. No tengo muchos. En todo caso, no de los que viven y respiran. Y no pretendo parecer triste y solitaria; simplemente no pertenezco a la clase de personas que acumulan amigos o disfrutan de las multitudes. Soy buena con las palabras, pero no las habladas, a menudo pienso que sería una maravilla relacionarme solo a través del papel. Y supongo que, en cierto modo es lo que hago, porque tengo cientos de amigos de esa otra clase, que habitan entre portadas, en gloriosas páginas impresas, en historias que siempre se desarrollan de la misma manera y nunca pierden la alegría, que me cogen de la mano y me conducen a través de mundos de extraordinario terror y placer entusiasta. Compañeros apasionantes, dignos, fiables - algunos cargados de sabios consejos-...
domingo, 10 de marzo de 2013
KATE MORTON.- Las horas distantes
Herbert es su nombre de pila- es mi jefe ; es también mi mentor, mi defensor y mi mejor amigo. No tengo muchos. En todo caso, no de los que viven y respiran. Y no pretendo parecer triste y solitaria; simplemente no pertenezco a la clase de personas que acumulan amigos o disfrutan de las multitudes. Soy buena con las palabras, pero no las habladas, a menudo pienso que sería una maravilla relacionarme solo a través del papel. Y supongo que, en cierto modo es lo que hago, porque tengo cientos de amigos de esa otra clase, que habitan entre portadas, en gloriosas páginas impresas, en historias que siempre se desarrollan de la misma manera y nunca pierden la alegría, que me cogen de la mano y me conducen a través de mundos de extraordinario terror y placer entusiasta. Compañeros apasionantes, dignos, fiables - algunos cargados de sabios consejos-...
sábado, 9 de marzo de 2013
LUZ GABÁS.- Palmeras en la nieve.
Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo.En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación con una España encorsetada y gris, comparten el duro trabajo necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka, aprenden las diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos, y conocen el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente.En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.Un excelente relato que recupera nuestras raíces coloniales y una extraordinaria y conmovedora historia de amor prohibido con resonancias de Memorias de áfrica.
domingo, 3 de marzo de 2013
ÁNGELES CASO.- Contra el viento.
Premio Planeta 2009.
Ella sentía a su bebe dentro, moviéndose y haciéndose sitio, alimentándose y creciendo gracias a su propio cuerpo. Formaba parte de ella con la misma naturalidad que sus manos. Era un pedacito de sí misma, carne de su carne, un corazón latiendo junto a su propio corazón, y esa sensación resultaba luminosa y llena de vida. ...
Aun no podía darse cuenta, pero ella, que había crecido llena de fortaleza y de solidez, estaba a punto de convertirse en una pobre mujer deshecha, con la mitad del alma arrancada a mordiscos por el hombre al que amaba, el hombre que juraba que la quería intensamente. ¿Pero cómo decirte a ti misma que has creído elegir entre todos sólo intenta destrozarte? ¿cómo confesarte que tu amor no camina hacia la luz que debe iluminar a los seres que han decidido compartir un pedazo de sus vidas depositando la confianza del uno en el otro, sino que ha tomado el camino retorcido y peligroso que lleva al otro lado, allí donde los rayos se desintegran convirtiéndose en oscuridad y caos?
Mientras bailas, el alma sale del cuerpo y se va por ahí y ve cosas nuevas. Cuando vuelve, está más descansada más feliz. Vete y disfruta.
Fueron a la vieja discoteca del pasado. Sâo bailó durante muchas horas. Se sentía bien. Quizá fuera cierto que el alma se paseaba entretanto por el mundo, porque se olvidó de todo, del desamor y las desilusiones de las estrecheces económicas y las noches demasiado cortas ,...
Ella sentía a su bebe dentro, moviéndose y haciéndose sitio, alimentándose y creciendo gracias a su propio cuerpo. Formaba parte de ella con la misma naturalidad que sus manos. Era un pedacito de sí misma, carne de su carne, un corazón latiendo junto a su propio corazón, y esa sensación resultaba luminosa y llena de vida. ...
Aun no podía darse cuenta, pero ella, que había crecido llena de fortaleza y de solidez, estaba a punto de convertirse en una pobre mujer deshecha, con la mitad del alma arrancada a mordiscos por el hombre al que amaba, el hombre que juraba que la quería intensamente. ¿Pero cómo decirte a ti misma que has creído elegir entre todos sólo intenta destrozarte? ¿cómo confesarte que tu amor no camina hacia la luz que debe iluminar a los seres que han decidido compartir un pedazo de sus vidas depositando la confianza del uno en el otro, sino que ha tomado el camino retorcido y peligroso que lleva al otro lado, allí donde los rayos se desintegran convirtiéndose en oscuridad y caos?
Mientras bailas, el alma sale del cuerpo y se va por ahí y ve cosas nuevas. Cuando vuelve, está más descansada más feliz. Vete y disfruta.
Fueron a la vieja discoteca del pasado. Sâo bailó durante muchas horas. Se sentía bien. Quizá fuera cierto que el alma se paseaba entretanto por el mundo, porque se olvidó de todo, del desamor y las desilusiones de las estrecheces económicas y las noches demasiado cortas ,...
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