Páginas

sábado, 6 de diciembre de 2014

JULIA NAVARRO.- Dime quién soy

Guillermo Albi, es periodista y recibe una curiosa propuesta de su tía, para que investigue la vida de su bisabuela, de la que nada saben desde que esta se marchó de España abandonando a su marido y a su hijo casi recién nacido. La idea de la tía era reconstruir una biografía, que una vez encuadernada sirviera de regalo de navidad para la familia y de memoria familiar para rescatarla del olvido, aunque el destinatario final del encargo pasará  a ser “otra persona” de la familia y la investigación no tenga la difusión esperada, el final es realmente emotivo y sorprendente.  Para ello deberá reconstruir su historia en orden cronológico, siguiendo los pasos de su bisabuela por todo el mundo y encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzzle de su existencia.

Las sorpresas se suceden al descubrir la intensa y azarosa vida de Amelia Garayoa, una mujer pasional, valiente, inconformista y que luchó por sus ideales y los persiguió siempre, sacrificando una vida tranquila y familiar por seguir a su corazón, huyó de España poco antes de que estallara la Guerra Civil, pero se vio atrapada en varios conflictos incluida otra guerra, la segunda Guerra Mundial.

Ideología y compromiso en estado puro, amores y desamores desgarrados, como los del marido abandonado, el empresario Santiago Carranza, el comunista revolucionario Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max Von Schumann, la vida de Amelia Garayoa es la de una mujer que aprendió que en la vida no se puede volver sobre el pasado para deshacer los errores.


Rememora la historia de un siglo convulso, marcado por la barbarie de los totalitarismos, desde la España republicana a la franquista, hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra Mundial y los oscuros años de la Guerra fría, esta burguesa y revolucionaria, esposa y amante, espía y asesina, actuará siempre de acuerdo a sus principios, enfrentándose a muchos peligros. La trama llena de dramatismo e introspección, atrapa y fascina por su intriga y por sus emociones a flor de piel. Una aventura desgarradora y cautivadora, la novela es un magnífico retrato de quienes vivieron intensa y apasionadamente en un siglo turbulento. 

martes, 2 de diciembre de 2014

AGUSTIN REMESAL.- Por tierras de Portugal. Un viaje con Unamuno

Del Atlántico mar en las orillas desgreñada y descalza una matrona 
se sienta al pie de sierra a que corona
triste pinar. 
Apoya en las rodillas los codos 
y en las manos las mejillas 
y clava ansiosos ojos de leona
en la puesta de sol. El mar entona 
su trágico cantar de maravillas.

Dice de luengas tierras y de azares
mientras ella sus pies en las espumas
bañando sueña en el fatal imperio.
que se le hundió en los tenebrosos mares, y mira como entre agoreras brumas se alza don Sebastián, rey del misterio.

FRAGMENTOS:

Yo soy el alfa y el Omega, el principio y el fin de todo ...Lo cantó en "Os Luisiadas" el gran Luis de Camöes.

Atacarán soberbios los gigantes,  la guerra harán airados al Olimpo. Tentó arrasar Teseo tronitonante, el reino de Plutón negro y oscuro. Así lo estableció Spinoza. 

El mundo es un pañuelo doblado con música escondida en cada uno de sus pliegues.

Calem. Oporto. El agua se filtra entre el granito y crea un ambiente de caverna prehistórica. La piedra de la montaña de Gaia es el mejor acumulador térmico para mantener en estas bodegas las condiciones de temperatura y humedad en las que los vinos envejecen con reciedumbre y nobleza. 
Calcula el viajero, según la estadística oficial, que si por el efecto de un aluvión enigmático corrieran hacia el Duero los vinos guardados en la entraña de esta ladera de Vila Nova de Gaia (no lo permita Dios), podrían navegar los rabelos sobre el rojo de ese vino lusitano durante un día entero.

Un viaje con destino al cementerio Prado do Repouso, el camposanto público más antiguo de Portugal...Merece la pena esta visita - admite Unamuno sorprendido ante la muestra de ángeles, cristos, vírgenes, escudos, animales totémicos y bustos nobiliarios... Es otra expresión de la tristeza hecha arquitectura - replica Teixeira- nostalgia fermentada con el paso del tiempo, como la muerte, a la que llamamos saudade, pero no es en verdad un estado de ánimo, sino un comportamiento colectivo, una actitud innata del pueblo portugués que es capaz de cambiar las cosas.
La saudade, estimado Rector, es como la niebla de la vida. La saudade es  el amor carnal espiritualizado por el dolor, el punto de partida de todas las formas cósmicas ...considero la saudade, querido maestro, como la raíz eterna de nuestra propia Raza. Hay que leer a Camöes. 

Creo yo que el alma lusitana tanto existe en sus montes coronados de pinos, esas elegías vegetales que suben hasta el cielo, como en los versos oceánicos de "Os Lusiadas". La historia de Portugal es una tragedia erótico- marítima.

¿Y que es el fado, Joaquim? - le pregunta de pronto Unamuno.

- Los sollozos de la lluvia, una tarde otoñal, cayendo sobre la extremada pureza de la hierba seca, es decir, la vida propia de la saudade-responde Teixeira.