Una carta misteriosa, un romance del pasado, una casa llena de secretos.
El mismo día en que descubre que su marido le es infiel, la joven abogada Diana recibe la noticia de que su adorada tía abuela Emmely está muy enferma. Sin pensárselo dos veces, Diana toma el primer vuelo a Inglaterra para despedirse de ella.
El mismo día en que descubre que su marido le es infiel, la joven abogada Diana recibe la noticia de que su adorada tía abuela Emmely está muy enferma. Sin pensárselo dos veces, Diana toma el primer vuelo a Inglaterra para despedirse de ella.
Emmely tiene una última voluntad: Diana debe esclarecer un antiguo secreto familiar. Para ello, la anciana ha dejado pistas por toda su casa, la imponente mansión Tremayne House, que su sobrina deberá encontrar e interpretar, con la ayuda del leal mayordomo, el señor Green.
Poco a poco, Diana desenmaraña una compleja historia familiar que se remonta al siglo XIX y la conduce hasta las hermanas Grace y Victoria Tremayne, propietarias de una plantación de té en Ceilán.
La joven abogada se verá obligada a los pasos de sus ancestros y viajar a la hermosa y exótica isla de Sri Lanka para desvelar el misterio.
La verdad es que este género me encanta. Me gustan las novelas que cuentan historias humanas, donde cada personaje y sus relaciones, intrigas, secretos, se entrelazan y van desvelando misterios del pasado. Además nos permite descubrir y conocer un poco más costumbres y paisajes de países exóticos como en este caso, Sri Lanka (antiguo Ceilán). Tiene todos los ingredientes, amores y desamores, pasiones, y secretos familiares guardados celosamente, que en su momento son desvelados. Cada personaje con su peculiar personalidad tiene su papel, pero destacan los papeles femeninos y las mujeres son en este caso las protagonistas indiscutibles. Mujeres fuertes y valientes, luchadoras tenaces que dejaron huella.
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