
Vive en un entorno muy particular, entre el burdel en el que trabaja su madre y la librería donde trabaja ella y en cuya trastienda duerme, en el colorista Barrio Francés. Josie encuentra en los libros el refugio donde albergar sus sueños, y la lectura se convierte para ella en la puerta a un mundo diferente. Además, los personajes tan variopintos que la acompañan, como Willie, la resuelta dueña del burdel, dura pero con un corazón de oro, Cokie, el jovial chofer mulato, o Patrick, su mejor amigo e hijo del propietario de la librería, hacen de esta novela una historia que, ante todo, infunde optimismo e ilusión por la vida.
"Vamos, no dejes que el miedo te retenga en Nueva Orleans. A veces tomamos una carretera pensando que vamos a un sitio y acabamos en otro. Pero no pasa nada. Lo importante es empezar. Se que puedes hacerlo. Vamos, Josie bonita, usa esas alas tuyas."